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El día que conocí el Esgrafiado

En 2011 vivía en Peñalolén, en aquel tiempo tuve que someterme a una intervención quirúrgica de la que en otra oportunidad les hablaré, y que me dio unas semanas de descanso. En ese período estaba estudiando pedagogía en artes en la Universidad y trabajaba como ayudante de las cátedras de dibujo y pintura por lo que mis días respiraban arte constantemente.


Aproveché el tiempo de recuperación dibujando en la cama. Me di la libertad de probar maneras diferentes de dibujar. tenía muchas ganas de explorar otros caminos recobrando experiencias de mi vida escolar primaria.


Como buena estudiante interesada y motivada por la profesional que quería ser, había sacado una copia del libro "La Expresión Plástica en la Escuela Primaria" de Berta Nun de Negro de la biblioteca de la universidad. Este libro es una guía con fundamentos, objetivos, contenidos y técnicas en actividades gráfico-plásticas para el desarrollo infantil en las áreas de Grafismo, Color, Pegados y Modelado; además de entregar muchas recomendaciones para que los profesores puedan aplicarlas en el aula.


Me enfoqué en el capítulo dedicado al Grafismo (que trata de la utilización de la línea como medio expresivo) y encontré una inmensa variedad de ejercicios con diferentes materiales, entre ellos el Esgrafiado. Volví a sentir el entusiasmo de dibujar y pintar sin la carga del cumplimiento académico, así que reuní mis materiales, puse una pequeña mesita sobre mi cama, acomodé las almohadas y me puse a experimentar y volver a sentirme como una niña descubriendo el mundo de la línea como si fuera primera vez.



Lápices de cera, pasteles al óleo, acuarelas, tintas de colores, tinta china, témpera, betún de zapatos negro y de colores, frotados de velas, barras de carbón, cola fría, cloro y un sin fin de cosas se pueden utilizar para realizar dibujos con resultados muy interesantes.


Aquí les muestro los primeros ejercicios que hice en esos días:


En esos días también me enteré de un concurso de dibujo para la celebración de los 250 años de Faber Castell, llamado "Interacciones Múltiples". Me animé a participar y aplicar lo que había aprendido de estas experimentaciones.


Realicé una obra inspirada en la pintura de Alejandro Cicarelli titulado "Vista de Santiago desde Peñalolén" que data de 1833, en la que hice una versión actualizada de esa misma vista en la técnica de esgrafiado usando pasteles al óleo y betún de zapatos.


Una semana dediqué a hacer este dibujo línea por línea y mucha paciencia, hasta que logré terminarlo.

Envié una fotografía al concurso tal cual como lo solicitaban en las bases, y al pasar los días me sorprendí con un correo comunicándome que mi trabajo había quedado seleccionado y que debía entregar el original a la tienda de Color Animal en Vitacura.


A la semana siguiente ya estaba de alta de mi recuperación y fui a dejar mi trabajo llevándolo protegido en una carpeta bajo el brazo. Recorrí en bus la zona oriente pasando por varios lugares cercanos al cerro Manquehue y contemplando el paisaje invernal que no conocía desde esa perspectiva, y así sin darme cuenta llegué al destino.


Cuando dejé mi dibujo en la tienda tuve una sensación extraña (quizás le suceda a otro artista, quizás no) en el momento cuando dejé mi trabajo sobre el mesón, los asistentes del local lo recibieron, lo abrieron y lo veían sin expresar ninguna emoción. Mientras caminaba hacia la puerta de salida, alejándome de ellos y de mi dibujo, sentí como si mi brazo derecho se despojaba de mi cuerpo, se quedaba en ese lugar ajeno con personas desconocidas. Además sentí una insólita tristeza, no había contemplado el dibujo lo suficiente y tenía el temor de que posiblemente no lo volvería a ver nunca más.


Pasaron las semanas y luego me llamaron avisando que ya tenían a los ganadores, que visitara un sitio web donde podía ver los otros trabajos participantes y el veredicto.

Me emocioné al volver a ver mi dibujo junto al de otros participantes y bueno, la decisión final del jurado lo categorizó como sólo seleccionado para la exposición.


Semanas después llega la invitación para la exposición, por lo que igualmente estaba feliz de participar. Después de todo, era el resultado de varias experimentaciones realizadas para pasar mi recuperación de una operación complicada, quizás por eso para mí fue tan importante y tiene un valor enorme.




Esta experiencia me dejó muchos aprendizajes para enfrentar la recuperación a través del dibujo y del Arte, y fue el comienzo de nuevas oportunidades creativas enriquecedoras como participaciones en exposiciones y residencias artísticas, que me han permitido indagar y desarrollar esta técnica.


¿Te gustaría que hiciera un Taller de Esgrafiado para que la conozcas?


Déjame tu comentario.


Alim AV.







1 comentário


Convidado:
21 de ago. de 2021

Me encantó leer tu experiencia, se nota que fue especial y muy enriquecedora.

Por supuesto que si, sería muy interesante aprender de esta técnica tan poco conocida, sobre todo después de ver tan bello resultado en tu cuadro.

Felicidades!!!

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